La malaria es una enfermedad infecciosa causada por mosquitos Anopheles. La picadura del insecto introduce el parásito (Plasmodium) en la sangre de una persona. Combatir la malaria es complicado. Existen cinco especies de Plasmodium que pueden causar esta enfermedad, pero Plasmodium vivax y Plasmodium falciparum son las más peligrosas. Esta enfermedad está presente principalmente en el África subsahariana, América Latina o el sudeste asiático.
Entre 10 y 15 días después de la infección, aparecen diversos síntomas: fiebre, dolor de cabeza, vómitos y resfrío. Si no se trata dentro de las 24 horas, la malaria puede agravarse y provocar la muerte. En los niños, con frecuencia se desarrolla una anemia grave, dificultad respiratoria en relación con la acidosis metabólica o malaria cerebral. En adultos, la insuficiencia multiorgánica, la inmunidad y las infecciones asintomáticas son síntomas frecuentes en personas con malaria.
En 2017, se estimaron 219 millones de casos de malaria en todo el mundo.
¿Pueden los cannabinoides ayudar a tratar y combatir la malaria?
La planta de marihuana produce varios compuestos, incluyendo los principales cannabinoides: Tetrahidrocannabinol (THC) y Cannabidiol (CBD). En los últimos diez años, los cannabinoides han surgido como moduladores del sistema nervioso central y del sistema inmunológico, actuando a través del sistema endocannabinoide.
En este escenario neuroprotector y junto con los medicamentos antipalúdicos, el cannabis medicinal sería una estrategia interesante para combatir la malaria y mejorar el resultado neurológico en los seres humanos. Además, el potencial del cannabis para reducir la manifestación patógena de la enfermedad de la malaria tiene especial interés para la comunidad científica.
Evidencia reciente y efectividad
La neuromalaria o malaria cerebral es la forma más común de complicación de la infección por Plasmodium. Puede conducir a déficits neurológicos y de comportamiento irreversibles, siendo responsable de más del 80% de los casos letales.
Un estudio de 2015 examinó la malaria cerebral en un modelo animal y el efecto del cannabiniol sobre su función cognitiva. En este trabajo, los ratones hembra se infectaron y se trataron con CBD durante 7 días, y en el quinto día posterior a la infección (en el momento más alto de la enfermedad), los roedores recibieron un tratamiento antimalárico convencional. Los roedores fueron sometidos a pruebas de memoria y comportamientos similares a la ansiedad, en el pico o después de la eliminación completa de la enfermedad. Se midieron los factores inflamatorios cerebrales (TNF-alfa / IL-6) y las proteínas de crecimiento nervioso (factor neurotrófico derivado del cerebro, BDNF).
Los resultados mostraron que los roedores tratados solo con medicamentos antipalúdicos, tenían déficits de memoria y exhibían un aumento de los comportamientos similares a la ansiedad, mientras que los ratones tratados con CBD no lo tenían. Además, los ratones tratados con CBD tenían un efecto neuroprotector, que implicaba una regulación de las citoquinas cerebrales y un aumento de los niveles de BDNF, que podrían ser útiles para prevenir los síntomas neurológicos. Sin embargo, se necesitan más estudios para determinar el mecanismo involucrado [1].
En Nigeria, se afirma que la ingesta de marihuana de hojas secas, semillas y ramitas protege contra la malaria.
En 2018, un artículo evaluó los efectos del consumo de cannabis en un huésped infectado con malaria. Treinta ratones fueron inoculados con Plasmodium. La formulación de la dieta de cannabis se preparó con base en la dieta estándar de ratones y en porcentajes ponderados de cannabis seco. La formulación de la dieta de cannabis fue del 40%, 20%, 10% y 1%.
Los animales fueron separados por grupos, que comprendían un grupo con solo tratamiento antipalúdico convencional y diferentes grupos de animales alimentados con formulación de dieta de cannabis (40%, 20%, 10% y 1%). Los animales fueron alimentados, tanto o como sea necesario durante 14 días. Se evaluó la presencia del parásito en sangre y las tasas de supervivencia. Los resultados mostraron una supresión significativa de los parásitos en el día 4 en el grupo de animales alimentados con un 40% de formulación de dieta sativa, así como en los animales tratados con el fármaco antimalárico.
Además, la ingestión de C. sativa, en la dosis correcta, aumenta la supervivencia de los animales infectados, aunque no fue tan eficaz como el fármaco antiparasitario. En conclusión, C. Sativa mostró una protección leve contra la actividad del parásito de la malaria in vivo, no es curativo, pero puede mediar un efecto de tolerancia a la enfermedad durante la infección de la malaria. Sin embargo, se necesita más investigación para identificar qué componentes del cannabis pueden haber mediado los beneficios descritos en este estudio[2].
Estos estudios han demostrado las múltiples propiedades de los cannabinoides como terapia antipalúdica alternativa; en cualquier caso, deberán realizarse nuevos estudios científicos para descubrir más potencial del cannabis medicinal para combatir la malaria.
[1] Campos, A. C., Brant, F., Miranda, A. S., Machado, F. S., & Teixeira, A. L. (2015). Cannabidiol increases survival and promotes rescue of cognitive function in a murine model of cerebral malaria. Neuroscience, 289, 166–180.doi:10.1016/j.neuroscience.2014.12.051
[2] Akinola, O. et alt. (2018). Oral Ingestion of Cannabis sativa: Risks, Benefits, and Effects on Malaria-Infected Hosts. Cannabis and Cannabinoid Research, 3(1), 219–227. doi:10.1089/can.2018.0043
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