Los doctores haciendo lo que se les posibilitaba, en el periodo entre febrero y marzo del 2013, al niño le habían aplicado 28 radiaciones. Cada día le aplicaban una durante 5 días de la semana. No obstante, los regulares efectos del tratamiento le producían horrendos terribles en su calidad de vida. El vómito era una constante, pero de lo que corría más peligro era de los daños neuronales del intenso trabajo de la quimioterapia.
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Se habían vuelto tan intenso que todas las veces que tenía sesiones debía quedarse en el hospital. Estas manifestaciones cambiaron la apariencia y debilitaron el espíritu de sus padres. Se sentían urgidos de encontrar un remedio más poderoso o alguno que contrarrestara tan terribles debilitamientos.
Su madre, Angela Smith, aprendió sobre las bondades que ofrecía el aceite de cannabis. En el principio recurrieron a medicamento sintético de Tetrahidrocannabinol (THC), Marinol, cuyos efectos fueron aliviadores en los primeros meses para luego ir disminuyendo. El llamado “efecto séquito”, determinó su madre.
En el 2013 decidieron cambiar el cannabis sintético por algunas extracciones con mayores cannabinoides. Fue entonces cuando cambiaron a la extracción del colectivo Aunt Zelda’s.
Foto cortesía de Illegalyhealded.com
A medida de que Chico utilizó el aceite los cambios fueron alentadores. Si bien, los efectos secundarios no desparecían por completo, apareció una mejoría importante.
“Me hubiera gustado haberlo utilizado (el aceite) desde el inicio. Estoy segura de que la extracción de cannabis ayudó a que la quimioterapia tuviera su efecto y a proteger el cuerpo de Chico de daños“, comentó Smith recientemente.
En Agosto, pudo dejar de ingerir alimentos por la vía intravenosa, lo cual beneficiaba a su hígado. Los vómitos disminuyeron y la neuropatía dejó de expanderse. Para los dolores, es común que los doctores norteamericanos receten opiáceos, incluida la metadona. El cannabis ayudó a sustituir este tipo de medicamentos cuyas dosis son generalmente más fuertes.
Una vez que se dio esta mejoría, su tratamiento se combinó con algunos otros como la acunpuntura, suplemento de psilocibina (sustancia psicoactiva de algunas setas de hongos), cannabis y otros relacionados.
En noviembre, el joven fue declarado en remisión por lo que su dosis de aceite fue reducida a 85 mg de THC y 100 mg de Cannabidiol (CBD). A partir de entonces su calidad de vida ha devuelto la luz de esperanza a sus padres. Chico volvió a sentirse como lo hacía antes de este período de hospital.
Cortesía del Facebook de Chico.
El camino aún es largo, sus padres no descuidan sus terapias con el objetivo de que no le suceda una recaída. Asimismo, su caso ha interesado a los investigadores de la Universidad de California, en Los Ángeles, a ejercer una discusión sobre el uso pediátrico del cannabis.
Mientras esté vivo, Chico Rayder continuará difundiendo el mensaje de cómo el cannabis ayudó a mantenerse con vida. Su gratitud lo ha hecho hacer campañas de apoyo por sus redes sociales y visitas a los hospitales. Si usted desea preguntarle algo o ayudarlo a levantar su espíritu puede hacerlo aquí.
Su actividad y la vuelta a la normalidad de su apetito junto con el aceite de cannabis da la esperanza de que pronto Chico se recuperará por completo.
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