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domingo, 4 de noviembre de 2018
Si hubiera descubierto antes el cannabis, me habría ahorrado diez operaciones
Carola es la directora del proyecto Dos Emociones y del Observatorio Español de Cannabis Medicinal, dos organizaciones pioneras en España que luchan por la regulación del cannabis medicinal y la mejora de la calidad de la asistencia sanitaria. Detrás de estos dos ambiciosos proyectos que son hoy en día punta de lanza de un renovado movimiento por la regulación del cannabis terapéutico, está la historia personal de Carola. Una experiencia de lucha y superación personal que, al más puro estilo “efecto mariposa”, fue el detonante de estos dos proyectos. Carola ha sabido transformar un desafortunado accidente y todo el sufrimiento que este le ha conllevado, en dos iniciativas que hoy en día están contribuyendo activamente a mejorar la vida de muchos pacientes. Hemos querido entrevistarla para conocer cómo comenzó todo, cuándo y cómo se produjo el aleteo de la mariposa que habría de provocar un terremoto años después.
A Carola, de niña, le gustaba patinar. Fue precisamente practicando este deporte como se rompió el hueso del coxis en una caída con tan solo once años. Desde entonces, y hasta que cumplió la mayoría de edad, los médicos trataron de solucionar este problema con todo tipo de tratamientos sin conseguir un buen resultado, el dolor era muy fuerte y le impedía sentarse y desarrollar su día a día con normalidad. Cuando cumplió los dieciocho años, Carola se sometió a la primera operación quirúrgica en la que le extirparon el coxis. Durante este procedimiento, los nervios de la médula espinal de Carola quedaron dañados, hecho que desde entonces le ha generado un dolor crónico neuropático diario de 8 sobre 10.
¿Cómo se puede vivir en dolor constante?
Pues mal, muy mal. Para paliar ese dolor, los médicos me recetaron medicamentos muy fuertes, entre ellos morfina. Estuve a punto de perder la vida. Cuando me operaron por primera vez tenía 18 años, ahora tengo 37 y he pasado 12 veces por quirófano.
Llegué a pedir ayuda a mis padres para morir, la morfina utilizada de modo crónico en dosis tan altas, a parte de crear una fuerte adicción, crea otro tipo de problemas, te lleva, por ejemplo, a la depresión. Prácticamente no recuerdo casi nada de aquellos años en los que estuve tomando morfina. Llegó un día en el que empecé a perder la movilidad y no pude continuar con mi vida normal, cuanto más reposo y más medicación tomaba, mayor cantidad de masa muscular perdía, en fin, una pescadilla que se muerde la cola.
¿Cómo es posible que te recetaran de manera crónica un tratamiento a base de morfina?
Es algo que ocurre a diario y que es totalmente denunciable, sustancias tan fuertes como la morfina se recetan para paliar el dolor crónico. El paciente recibe una cantidad de opiáceos brutal, nada compatible con un tratamiento a largo plazo y mucho menos con el desarrollo de las actividades diarias.
En casos como el mío, en los que el dolor es para toda la vida, hay que buscar tratamientos que sean compatibles, la morfina está muy bien como un rescate, para un post operatorio o para un tratamiento paliativo, pero a mí con 20 años no me puedes enganchar a la morfina. No es una solución.
“Cuando me operaron por primera vez tenía 18 años, ahora tengo 37 y he pasado 12 veces por quirófano.”
¿Cómo conseguiste salir de aquella espiral?
Fueron los propios médicos los que se dieron cuenta de que se habían pasado con las dosis y me mandaron hacer un tratamiento de desintoxicación. Tuve que irme tres meses a la playa, con mis padres y pasar el mono yo sola, con la pauta del psiquiatra. Fue un verdadero infierno.
¿Qué sucedió después?
Busqué alternativas y fue entonces cuando descubrí el cannabis y mi vida cambió radicalmente. Cuando conseguí retirarme esa gran cantidad de medicación con la ayuda de psiquiatras, me encontré que necesitaba algo que me aliviara y que me ayudara a comer, cuando tienes tanto dolor no puedes ni alimentarte.
El cannabis me funciona y es muy diferente a todo lo que había probado, me ayuda a sobrellevar el día a día: me abre el apetito, mejora mi estado de ánimo, me ayuda a dormir e incluso a paliar un poco el dolor. Desde que comencé mi tratamiento cannábico he logrado reducir la medicación de 19 pastillas a 2 diarias.
¿Fue fácil acceder al cannabis medicinal?
Bueno, fue todo un proceso. Empecé buscando cannabis en el mercado negro, pero la experiencia fue fatal, no tenía ninguna garantía de que lo que me estaban vendiendo era lo que yo necesitaba. En las redes de distribución ilícitas nunca sabes qué es lo que estás comprando, si la marihuana es de tipo índica, sativa, qué índices de cannabinoides contiene y además muchas veces viene contaminada con hongos, etc.
El siguiente paso fue entrar en un club cannábico, ahí la cosa mejoró, porque sabía que podía tener ciertas garantías en cuanto al producto.
¿Crees que hay mucha desinformación con respecto al cannabis? ¿Por qué?
Sí, muchísima. Hay mucha información corriendo por internet que no tiene base científica y hay muy pocos canales de información fiable creados por expertos, este fue uno de los motivos que me impulsó a fundar Dos Emociones.
Nos encontramos con una gran paradoja y es que los propios médicos no están al corriente de las propiedades medicinales del cannabis, porque es algo que no se estudia en la facultad. Lo que no logro entender es por qué en la carrera de medicina no se enseña lo que es el sistema endocannabinoide que todas las personas poseemos. Algo que es muy importante para el correcto funcionamientos de nuestro organismo, ya dejando a parte el consumo del cannabis. El problema viene de arriba, con la falta de información al personal sanitario.
Este fue uno de los motivos por los que fundé Dos Emociones, yo soy joven, tengo 37 años y creo que merezco, junto con otros pacientes, tener una calidad de vida lo mejor posible dadas las circunstancias. En mi caso el cannabis es un gran aliado para conseguirlo.
¿Conoces las nuevas variedades ricas en CBD?
Sí, y creo que el hecho de que se estén lanzando al mercado variedades ricas en CBD es una gran noticia. A mí como paciente me sientan muy bien. En los clubs, por ejemplo, las variedades tienen normalmente mucho THC y poco CBD, entonces es importante que haya este tipo de semillas en el mercado para que los pacientes puedan tirar por la vía del autocultivo. El CBD es un gran aliado a todos los niveles, es un paliativo silencioso que no tiene efecto psicoactivo pero sí que funciona muy bien como ansiolítico, antiinflamatorio, antitumoral, etc.
“El CBD es un gran aliado a todos los niveles, es un paliativo silencioso”
¿Crees que el hecho de que el cannabis no esté regulado es peligroso para los pacientes? ¿El que se encuentra en el mercado negro puede contener trazas de productos químicos perjudiciales para la salud?
Ahora mismo en el mercado negro, el usuario no tiene garantías de que el producto que está comprando sea de calidad y seguro. No sabemos si la marihuana a la que accedemos contiene productos químicos perjudiciales para la salud, pesticidas o hongos. Es muy importante que el producto de cannabis medicinal sea lo más seguro y trazable posible.
¿Consideras que el sistema sanitario mejoraría cualitativamente con la regulación del cannabis?
Sí, y además está demostrado. En cuanto hay una mejoría del paciente, lógicamente este requiere de una menor atención médica, toma menos medicación y mejora su estado de ánimo. Esto supone el ahorro de un gran coste sanitario, tanto en medicación como en procedimientos. Si yo hubiera descubierto antes el cannabis, me habría ahorrado diez operaciones de la espalda, con el coste económico que esto conlleva.
Hay una diferencia abismal entre España y otros países. Viajé a Colorado y vi la realidad de allí, existe un gran abanico de productos de cannabis medicinal: parches transdérmicos, chocolatinas en las que se especifican los porcentajes de su contenido de THC y CBD, cargas de vaporización…Hay un mercado de cannabis medicinal que es buenísimo porque está regulado. En España estamos en la edad de piedra en ese aspecto.
“Si yo hubiera descubierto antes el cannabis, me habría ahorrado diez operaciones de la espalda”
Es paradójico, España, un país con uno de los mayores índices de consumo de Europa tiene una carencia de regulación del cannabis tan grande…
Sí, y al final el perjudicado es el usuario. Porque no tiene un acceso seguro. Yo creo que la solución pasa por la voluntad política de resolver esta situación, hay que sentarse a dialogar y crear un modelo de regulación. Y es muy importante también que los profesionales de la medicina reciban una buena formación al respecto. Si los médicos no saben lo que es el cannabis, cómo se utiliza, no saben lo que es el sistema endocannabinoide, las contraindicaciones, poco tratamiento podremos hacer.
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