domingo, 18 de noviembre de 2018

Cannabis medicinal para salvar a su hija con leucemia



El exvoleibolista Mario Jiménez busca alternativas para su pequeña luego de que los médicos le dijeron que ya no pueden hacer nada por ella.
Cuando un padre ve que ya los médicos no pueden hacer nada para curar a un hijo afloran sentimientos de dolor, impotencia, incredulidad… pero sobre todo de lucha.

Este es el caso de Mario Jiménez quien lleva un año junto a su familia en Estados Unidos, luchando por la salud de Marianela Zoé, que ahora en octubre cumple tres años y quien fue diagnosticada con leucemia.

Ante la noticia de que ya los médicos no pueden hacer nada por ella, el exvoleibolista iniciará un tratamiento con cannabis medicinal para lograr su recuperación.

En septiembre pasado, tras recibir el diagnóstico, Jiménez junto a su esposa Berenie Irizarry y su otra hija, ahora de seis años, viajaron hasta el St. Jude Children’s Research Hospital, en Memphis, Tennessee.

Desde entonces, el pueblo de Puerto Rico se ha desbordado en ayuda económica para ayudarlos.

Sin embargo, esta semana los médicos le dijeron “que ya no pueden hacer nada por ella”.

“Nosotros llevamos alrededor de un año acá. A la niña le han dado tratamiento para el cáncer que tiene (Leucemia Mieloide Aguda) y los doctores hicieron todo lo posible por darle el tratamiento correcto”, informó Jiménez.

Sin embargo, “en el transcurso, las quimioterapias empiezan a hacerle daño a otros órganos. En el caso de ella empezó a afectarle el hígado, y por esa condición la bilirrubina empezó a subirle”.

La menor fue transplatada de médula ósea en febrero pasado.

Como parte del protocolo, los médicos dejaron de darle quimioterapia a Marianela, ya que estaban también medicándola para evitar que el cuerpo rechazara el trasplante, que según su padre fue exitoso.

En ocasiones, dijo, no se le llegó a detectar la leucemia.

Pero el paralizar las quimioterapias desde junio pasado, que estaban siendo muy efectivas, provocó que la leucemia siguiera su avance.

“Nosotros seguimos luchando con Marianela en cuanto a lo que tiene que ver con una alimentación sana, con sus proteínas, sus vitaminas, pero al paralizar la quimioterapia no tuvimos el éxito que se esperaba”, confesó.

Y fue ante ese panorama tan difícil que la familia pensó en el uso de la marihuana medicinal.

“Cuando ya tú ves a tu hijo que nadie puede hacer nada, en estos momentos las personas se acercan a uno y le dicen prueba esto o prueba lo otro. Y uno hace todo lo que sea posible”, afirmó Jiménez quien dijo que una de las recomendaciones fue el uso del cannabis medicinal.

Fueron muchas las interrogantes que afloraron como, por ejemplo, si la marihuana en realidad funciona, si daña otros órganos del cuerpo, si sería una buena opción para su hija y la necesidad de que haya supervisión médica.

Todas estas preocupaciones se las trajo al doctor Michael F. Soler, el primer médico certificado para prescribir marihuana medicinal en la Isla.

“El cannabis se ha visto que en casos como el de tu hija ha tenido resultados donde nada ha tenido resultados”, le dijo el galeno vía telefónica.

Sobre su preocupación de que afecte órganos, Soler, con práctica en Cupey, le explicó que el cannabis “se sigue considerando una terapia natural y cuando lo tratamos y lo comparamos con un tratamiento de quimioterapia, donde le estamos dando un químico al cuerpo, donde estamos destruyendo todo para el renacer de las células, pues hay una gran diferencia”.

Actualmente en la Isla aún no se está recetando el cannabis medicinal, aunque ya hay médicos certificados, como Soler.

Mientras, los pacientes están acudiendo a estas oficinas para certificarse para el uso de este. A fin de año se espera que haya pacientes usando el producto.

El Departamento de Salud trabaja es estos días en algunos cambios al reglamento de la marihuana medicinal (8766) luego de escuchar en vistas públicas a diversas entidades y ciudadanos.

Para alentar a Jiménez a que estudiara la alternativa del cannabis y de que no tenía nada que perder, el reconocido especialista en medicina bariátrica y preventiva le mencionó el caso del periodista Papo Brenes, quien como parte del tratamiento para el cáncer de páncreas lo utilizó.

“Este era un caso donde las posibilidades de éxito eran prácticamente ninguna. Hoy día, él (Brenes) está caminando como si nada”, mencionó.

Tras la conversación, Jiménez dijo que sí quería tratar a su hija con el cannabis y Soler se encargará de ofrecerle el tratamiento de forma gratuita.

“Yo creo que le podemos añadir a la ecuación de ella algo positivo; no le vamos a restar a lo que ya está pasando”, le reiteró el galeno al padre de familia.

Sí le recordó que es necesario que la actitud de ellos hacia el tratamiento debe ser positiva.

“Estamos positivo y vamos pa’lante para lo que sea. Confiamos en que eso le va ayudar mucho”, le aseguró Jiménez a Soler.

El médico le dijo a Primera Hora que seguirá en comunicación con Jiménez para la continuidad del tratamiento.

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