La investigación se llevó a cabo en el Hospital for Sick Children (Hospital para niños enferos) en Toronto donde se hicieron los análisis del funcionamiento del tratamiento regular en conjunto con uno alternativo de cannabis medicinal.
Tanto el Δ9 Tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD) han demostrado tener efectos antiepilépticos. Los aceites extraídos de esta planta son utilizados con eficacia para tratar la epilepsia en casos donde hay resistencia a drogas farmacéuticas.
La dosis media diaria alcanzada fue de 13’3 mg/kg de CBD (rango: 7 a 16 mg/kg de peso) y 0’27 mg/kg de THC (rango: 0’14 a 0’32 mg/kg de peso).
“Hubo una mejora estadísticamente significativa en la calidad de vida, una reducción en la actividad pico del EEG y una reducción de la media de las convulsiones motoras del 70’6%”, señalan los autores del estudio.
Algunos efectos adversos experimentados durante la valoración fueron somnolencia, diarrea y anorexia, aunque no se especifican exactamente las causas.
La investigación concluye que el concentrado preparado con CBD y THC resultó tener eficacia y seguridad en los 19 niños.
“TIL-TC150 (nombre del concentrado) resultó efectivo en la reducción de convulsiones y en el mejoramiento de la calidad de vida”, apunta el estudio.
El estudio además logra otro de sus objetivos señalados en las conclusiones: proveer información segura para la dosificación de preparados de cannabis que contienen THC.
Lee el estudio completo en este enlace: https://bit.ly/2CDIoVL
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