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lunes, 8 de octubre de 2018
¿Cómo funciona la marihuana medicinal?
Expertos explican qué tipo de enfermedades pueden ser tratadas con los compuestos químicos derivados de la marihuana, a propósito de la aprobación del uso medicinal de la planta en el país.
Un dolor tan severo como el que causa un trauma craneoencefálico puede aliviarse con medicamentos a base de cannabinoides, compuestos químicos sin propiedades psicoactivas que se extraen de la marihuana o el cannabis. Y esta es solo una de las posibilidades médicas derivadas de la planta, protagonista del histórico fallo que autoriza su aplicación medicinal en Colombia.
“La marihuana es una planta que ha sido ‘satanizada’ en la historia, la gente la ve con una connotación negativa; sin embargo, el uso terapéutico tiene un fundamento científico comprobado”, explica el endocrinólogo Joaquín Armenta, quien lleva más de seis años estudiando sobre el uso médico del cannabis. Señala que por las ideas erróneas que rodean el tema es necesario explicar cómo funciona y derribar los mitos existentes.
Usos medicinales
El cultivo del cáñamo (otro de los nombres del cannabis) data del año 4.000 A.C., en épocas muy antiguas de la humanidad, mucho antes de la era cristiana, con usos textiles y rituales. En el continente americano la planta fue introducida por los españoles, en el siglo XVII, que la usaban como fibra de amarre para sus buques. Con el paso del tiempo estos usos del cannabis fueron cambiando y en las diferentes sociedades surgieron las aplicaciones medicinales y recreativas. Actualmente es la sustancia psicoactiva ilegal de mayor consumo en el mundo.
Aparte del uso recreativo, esta planta posee compuestos químicos de los que se han comprobado su efectividad en el tratamiento de distintas enfermedades. Jairo Téllez, toxicólogo de la Universidad Nacional de Colombia, señala que de acuerdo con la evidencia científica los derivados del cannabis son usados para tratar cinco grupos de enfermedades. El primer grupo integra afecciones inflamatorias crónicas como la artritis reumatoidea o la artrosis que puede presentarse en la rodilla, cadera, codo y columna.
“Estas enfermedades las padece un gran número de personas y actualmente el único recurso es una serie de medicamentos que son efectivos, pero producen efectos secundarios como irritación en el estómago, entre otros”, describe el toxicólogo y señala que para estos casos los derivados del cannabis –específicamente cannabinoides– aplicados localmente, disminuyen el dolor y la inflamación en los tejidos mejorando la calidad de vida de los pacientes.
El segundo grupo tiene que ver con las enfermedades que producen dolor como el cáncer en etapa terminal. También hacen parte de este segmento fracturas de vértebras, fémur o de cadera. “Son condiciones muy dolorosas y estos medicamentos, derivados de la marihuana, son útiles porque disminuyen el dolor”.
Personas con enfermedad de Párkinson también se pueden beneficiar, porque la falta de coordinación en las extremidades se puede aliviar con el compuesto activo que afecta los músculos rígidos. “En este caso, como antiinflamatorio, reduce la rigidez muscular que ocasiona los movimientos erráticos. No cura la enfermedad, pero sí mejora los síntomas y la calidad de vida”, reitera.
La cuarta utilidad médica comprobada ocurre en los tratamientos de quimioterapia contra el cáncer que entre sus efectos secundarios causa el vómito incontrolable y la pérdida del apetito.
“Los medicamentos diseñados para estos pacientes en particular contienes los canabinoides con pequeñas cantidades del compuesto llamado tetrahidrocannabinol, generando una relajación de los esfínteres digestivos y quitando la sensación de náuseas y los vómitos. Además, mejora el apetito”, explica el toxicólogo.
En el quinto grupo de afecciones están las lesiones severas como los traumas craneoencefálicos, mencionados al principio, que sumados a hemorragias internas pueden derivar en trombosis. La acción antiinflamatoria potente disminuye el efecto de las hemorragias en este tipo de traumas.
Las anteriores corresponden a los casos en los que hay evidencia médica suficiente, pero actualmente se estudia la acción de los compuestos para afecciones como el glaucoma, alzhéimer, epilepsia, entre otros casos (ver gráfico).
Fumar marihuana no es medicinal
A partir de los beneficios descritos es necesario especificar qué parte de la planta es útil para aplicaciones médicas y de paso aclarar que en las aplicaciones terapéuticas de la planta no se utiliza, ni se recomienda fumar la planta.
“Para poder usar los compuestos medicinales fue necesario levantar la prohibición que existía sobre la planta para poder investigarla. El uso recreativo o fumar no es recomendado porque la combustión causa los mismos males que el cigarrillo”, explica Jairo Cepeda, toxicólogo de la Universidad del Norte
Son dos grupos de componentes químicos contenidos en la marihuana los que capturan la atención en investigadores: El THC (tetrahidrocannabinol), que el investigador Raphael Mechoulam encontró en 1964 en Israel que es el principal compuesto psicoactivo de la marihuana. También se encuentra el grupo de sustancias denominadas cannabinoides, que no tienen efectos psicoactivos y son potentes antiinflamatorios y analgésicos usados por la industria farmacéutica.
Armenta explica que el organismo humano tiene receptores específicos para este último grupo de componentes, se descubrió que de la misma forma como produce estimulantes como la adrenalina o la endorfina, el cuerpo también genera por sí mismo endocannabinoides. Estas sustancias son parecidas a las que están contenidas en la marihuana que, en el caso de la planta, son llamados fitocannabinoides.
“Ambos tipos de cannabinoides se unen a receptores que se llaman CB1y CB2 y es por esa vía que la marihuana tiene aplicación terapéutica”, explica el endocrinólogo Armenta y agrega que los receptores funcionan en el organismo a través del sistema endocannabinoie, encargado de generar una comunicación intercelular para regular diversas funciones del organismo humano.
“Se trata de un sistema de neurotransmisión, aunque es mucho más que eso, ya que se encuentra en otros órganos y tejidos del cuerpo, y no exclusivamente en el cerebro. Este sistema regula muchos procesos importantes como la acumulación de energía, la modulación del dolor, la respuesta inflamatoria, es un protector neuronal y psicológico”, señala Armenta.
Impacto social
El toxicólogo Jairo Cepeda comenta que la aprobación de la marihuana para usos médicos abre un nuevo campo de investigación para el sector nacional de la salud y la producción de medicamentos.
“Hay muchas medicinas creadas con esos compuestos que son usadas en todo el mundo hace mucho tiempo, como unas gotas para los ojos que mejoran el glaucoma, entre otros fármacos que manejan el compuesto activo que podrá usarse en Colombia”, afirma Cepeda. Agrega que el siguiente paso es un proceso de educación del sector de la salud y de la sociedad.
“Para poder obtener estos beneficios debe existir un proceso científico. Desde el cultivo de las plantas hasta los procesos de laboratorio deben cumplir unas normas y estándares. La gente no se debe automedicar”, advierte Cepeda.
Por otra parte, Jairo Téllez afirma que a la sociedad le debe quedar clara que esta decisión del Estado no va a reducir el narcotráfico, ni va a aumentar el consumo de marihuana, “se trata de un medicamento destinado a personas enfermas de ciertas patologías, una solución para mejorar la salud”.
Fuente : EL Heraldo
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